ABBA POR MICHAEL JACKSON EN LONDRES: NO

En la historia de la música popular no ha habido jamás una mejor oferta que la que se le ofreció a ABBA, el grupo vocal sueco, para una reunión de sus cuatro miembros originales. Sucedió el año 2000, por la friolera de un billón de dólares americanos (o lo que es lo mismo, mil millones de dólares). ABBA dijo no. Esta vez, algún lengua larga soltó el rumor de que ABBA había vuelto a ser consultado a raíz de los 50 espectáculos completamente vendidos que tenía Michael Jackson para el This Is It Tour, en el O2 Arena de Londres. Parecía pretenderse que la reunión de ABBA sustituyera los espectáculos del desaparecido Rey del Pop. Y esta vez, ABBA no dijo no.

ABBA se formó en 1970 en Estocolmo, la capital y sede del gobierno sueco. Estuvo compuesto por Anni-Frid Lyngstad, Björn Ulvaeus, Benny Andersson y Agnetha Fältskog. Las cuatro letras del grupo es el acrónimo de los nombres de sus integrantes, dos damas y dos caballeros. Personalmente, yo recuerdo haberlos escuchado cuando todavía se hacían llamar sus nombres propios: Björn & Benny, Agnetha & Frida. Habían lanzado un simple de título "Ring, Ring" y la tocaban en Radio Atalaya de Lima. Recién, en 1973, asumieron el nombre de cuatro letras más popular del mundo (Sorry, KISS!).

Luego de la muerte de Michael Jackson, ocurrida el pasado 25 de junio, hubo más de un empresario que, amén de la pena por el inesperado acontecimiento, comenzó a pasar más de un dolor de cabeza. Fueron aquellos que estaban organizando estupendamente la vuelta del ídolo de Gary, Indiana. Iba a suceder en Londres, nada menos, durante 50 noches. Otro récord en la larga lista del intérprete de "Thriller". Pero no solo eso. Además, los 50 shows iban a realizarse en el mismo lugar, el O2 Arena de la capital inglesa. (Hace un mes, en ese mismo local, Britney Spears hizo ocho. El año pasado, Kylie Minogue hizo siete, y, un año antes, Prince hizo la misma cantidad que la australiana). Pero hubo más en favor de Michael. Los boletos para sus 50 conciertos se vendieron completamante. (Sold Out!, como se dice). Y no solo eso. El día que salieron al público, se vendieron a razón de 11 por segundo. Otro histórico récord.

Hace unos días, a alguien se le ocurrió declarar que los empresarios habían tomado contacto con los miembros del grupo ABBA y, ante la ausencia del cantante norteamericano, que les habían ofrecido la serie de shows. "Nadie nos ha consultado nada, y si alguien lo hiciera recibiría un "no" de respuesta, porque los conciertos (de Michael Jackson) están programados para comenzar en una semana", dijo Benny Andersson, co-escritor de temas como "Dancing Queen" y "Take a Chance on Me". Y agregó, "Y si los conciertos no fueran dentro de una semana, la respuesta sería la misma: no". O sea, ABBA no dijo no. Simplemente no fue consultado.
ABBA tendrá sus razones para no volver a reunirse en un escenario, como que no lo ha hecho desde el día de 1982 que sus integrantes decidieron romper palitos (aunque nunca anunciaron oficialmente su disolución). Por aquellos días, tuve oportunidad de estar en la radio para presentar su penúltimo disco llamado The Visitors. Lo recuerdo muy bien, como recuerdo haber estado anunciando canciones como "The Winner Takes It All" y, sobre todo, "One of Us". De eso pueden dar fé mis amigos y ex-compañeros Quique Cano-Alva, Jorge Muñiz, Johnny López y Sammy Sadovnik, quienes también promovieron al grupo. Luego, ABBA publicó The Singles: The First Ten Years, con solo tres canciones nuevas. Y eso fue todo. En 1986, 2005 y 2008 (coincidentemente, el 4 de julio), el agrupamiento lo hicieron por cuestiones circunstanciales y no como parte de un retorno anunciado.

El que aún no sabe qué hacer con el bodoque, es el empresario. Son cincuenta shows que vendió para el más grande e importante local de Inglaterra. Su capacidad es para 23,000 personas (hagamos una simple multiplicación x 50). El respetable merece una respuesta, y esperamos que no sea como la que recibió el público peruano cuando, a última hora, se tuvo que cancelar la presentación de Michael en 1993.

El billete debe de estar en algún lugar. Solo falta que esté en el lugar apropiado, posiblemente, los bolsillos de los fans. Pero en esto, cuando las cosas suceden por eventualidades como la súbita muerte del artista, a veces, hay cuestiones legales con las que hay que proceder. Y aún no se ha dicho la última palabra.

Las declaraciones de Andersson, de 62 abriles, las hizo hoy en Londres donde anda promoviendo Story of a Heart, su más reciente disco. Así que, por el momento, las armonías vocales de ABBA, al menos en vivo, seguirán siendo parte del siglo pasado.